Desde hace ya tiempo, estas peculiares garrafas de vidrio soplado cuyo fin no era más que el de el almacenamiento y transporte de líquidos, se han despojado del mimbre que originariamente las cubría convirtiéndose en delicados objetos decorativos.

Existen numerosas teorías sobre el origen de este curioso nombre.
Una de ellas cuenta que la reina Juana I de Nápoles se refugió de un temporal en el taller de un vidriero y al intentar hacer su propia botella de cristal, sopló tanto creó una botella más grande de lo habitual. Tras este suceso, comenzaron a fabricar garrafas del mismo tamaño que la de la reina, lo que hizo que les pusiesen el nombre de «Dame Jeanne«, traducido dama Juana.
También se dice que en el siglo XVI, los marineros del sur de Francia llamaban en tono humorístico «dame- Jeanne» a estas botellas comparándolas con mujeres corpulentas.






Aunque nosotros siempre nos quedaremos con las antiguas, el éxito decorativo de este sencillo objeto ha sido tal, que las grandes firmas han realizado cientos de versiones en diferentes tamaños, formas y colores.












En nuestra tienda podréis encontrar algunas de ellas.
Y vosotros ¿ya tenéis alguna en casa?
¡¡¡Feliz y caluroso martes!!!
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Madrid